Cuando uno es pequeño ve las cosas y deseos a largo plazo de manera sencilla. Uno piensa que irá al instituto, luego a la universidad, encontrará trabajo, tendrá coche, formará una familia tras haberse casado, sus hijos tendrán hijos, será abuelo, etc.
La visión que se tiene es que siempre lo conseguirá, no se preocupa. piensa que todo saldrá solo. Si tiene una mala racha en los estudios piensa que recuperará y aprobará y todo como si nada.
Hasta si uno repite piensa que ya aprobará, ya irá a la universidad, ya tendrá trabajo, ya se casará, etc.
Es lo normal, ¿qué es la normalidad? Lo que estadísticamente en la mayoría de los casos se da, se piensa que pasará solo, que pasará porque "estrictamente" es lo que tiene que pasar.
Pero llega un momento en que uno se da cuenta que no está en esa mayoría, él no entra en ese grupo de personas que siempre aprueba, ese grupo de personas que los recreos los pasa con sus amigos y no solo, ese grupo que avanza progresivamente, felices, que tiene su objetivo a su alcance.
Te das cuenta de que has sido antisocial por cosas que has pasado en tu pasado, pero sólo deseas lo que tienen todos, deseas haber podido encajar. Pero es tu último año y ahí sigues, igual, nada se arregló solo, sigues sin amigos ni compañía y te das cuenta de que nunca has conseguido ni conseguirás, te das cuenta a tiempo de que las cosas no salen solas y te pones las pilas, una vida de mierda como para encima tirar por la borda la única opción de quizás poder ingresar en algún otro tipo de estudios.
Pero nadie confía en ti, no te apoyan, comienza el curso y los profesores dan por sentado que será igual, no te apoyan, piensan que eres un caso perdido, tus padres igual. justo cuando te lo habías propuesto. Pero te esfuerzas, ojalá supieran la verdad de las faltas de asistencia o algunos problemas, ojalá sintieran lo que se sintió.
Sacas bien la primera evaluación, pero sólo ponen excusas, "es suerte", "es tu segundo año", "ya te sonaba", te esforzaste, esperabas reconocimiento, pero sólo te quitan mérito, pero uno no debe rendirse por muchas piedras que le tiren.
Se evolucionó, paso de ser indefenso y frágil a alguien fuerte y consciente que sabe de sus posibilidades y en cierto modo se dio cuenta a tiempo. Siempre ha estado solo, buscando consuelo, probablemente encontrado y luego perdido. Que desea haber sido normal y haber sido valorado, que sabe que estará mucho más tiempo solo, pues siempre lo ha estado, pero se esfuerza por cambiar su vida, persigue un deseo un tanto difuminado, pero que hasta encontrarlo tiene que labrarse un buen camino.
Una vez que a uno le pasan algunos problemas no sabidos y su vida es menos normal de lo que era sabe que por ejemplo, no podrá acceder a estudios de Bachillerato y mucho menos universitarios.
Habría un camino fácil, encontrar trabajo en la otra cara de la moneda es fácil. Pero si llegas a tener un hijo, ¿de verdad él se sentiría orgulloso de un padre que se gana la vida de forma ilegal?
Es preferible el camino difícil y trabajar, perseguir lo que tienes, algo así, una vida tan asquerosa y miserable al final te hace fuerte y hará que puedas hacer frente a lo que sea, hará que veas lo que otros no ven y que valoreas más lo que otras no valoran.
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