sábado, 1 de enero de 2011

Que no me veas sufriendo no significa que no esté sufriendo.

Se acabó el 2010, y me espera un 2011... Mi deseo no se cumplió. Me ilusioné parecía que sí... Que no me veas sufriendo no significa que no esté sufriendo. Pero no quiero ayuda. Intento no llamar la atención, pero luego resulta que es peor. Sólo quiero que todo sea como antes, y no quiero que se sienta lastima por mí.

M - ¿Qué pasa? ¿Por qué no comes nada? Sueles comer 2 kilos de todo.
Yo - Hoy no tengo hambre, ¿vale?
M - ¿Es por ella, no? Anímate, seguro que todo se arregla. Tú sólo tienes que aguantar.
Yo - Eso intento...

P - ¿Qué te pasa? Te noto triste.
Yo - No, nada.
P -¿Te acuerdas de ella, no?
Yo - Sí...
P - La echas de menos...
Yo - Pues claro, y mucho.
P - Anímate, todo se arreglará.

Éstas son las conversaciones que quiero evitar, sólo son falsas ilusiones, que me puedo creer. Hay que ser realista, las posibilidades de que se arregle son mínimas. No puedo comer, no puedo dormir, eres lo único en lo que pienso, cierro los ojos y te veo, veo recuerdos, los abro y cualquier cosa me recuerda a ti.
Sigo haciendo lo mismo no me despego del teléfono ni del móvil, tengo la ilusión de que llamarás o dejarás algún mensaje. Estoy horas en el ordenador esperando que te conectes y me digas algo. Probablemente no lo hagas, pero yo lo seguiré haciendo.
¿Por qué?
Porque me diste ilusión y esperanzas y aún no se han ido del todo. Pese a que me esté consumiendo, aún guardo la ilusión que me diste, y pienso que puede arreglarse...
Cuando pierda esperanzas seré cuando ya me haya consumido del todo...

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